Con las lluvias de esta semana, la Ciudad de México se llenó completamente de agua, pero aquí recordamos las mil y una veces en las que CDMX se ha inundado. ¿De quién será la culpa?
Las inundaciones de julio en Ciudad de México

Una fuerte lluvia con granizo azotó la Ciudad de México y sus alrededores, por lo que las autoridades pidieron a la población manejar con precaución y evitar las áreas que presentan problemas de inundaciones.
Varios autos quedaron varados

La avenida Circuito Interior, en su cruce con Reforma fue cerrada. Además varios automovilistas tuvieron que ser rescatados al quedar varados en la zona.
¿Por qué se inunda la Ciudad de México?

En Polanco, la inundación en las calles Euler y Horacio, provocó el corto circuito de un carro que quedó varado en la zona. Pero esta no es la primera vez que ocurre, la Ciudad de México tiene ese problema.
El problema viene desde los Aztecas

La problemática de las inundaciones en la ciudad no es un asunto reciente. Todo se remonta a la época de los aztecas, así lo dice un estudio de la UNAM, realizado por el Dr. Ramón Domínguez Mora, donde se destaca como causa principal la “resolución de problemas” al querer reparar los daños que ocasiona este fenómeno natural sin “frenar el crecimiento de la ciudad”.
El Metro siempre sufre daños

Pese a las fuertes inundaciones que habían ocurrido en el año de 1604, debido a falta de salidas de agua en la cuenca cerrada (antiguo Lago de Texcoco) donde se ubicaba la ciudad, se pensó en la primera obra para drenar los residuos de agua, cuyo proceso duró casi dos siglos.
La gente tiene mucho sentido del humor

En realidad, esa no fue una solución a largo plazo, ya que se necesitaban más salidas para los escapes de agua. Por ello, se optó por hacer el “Gran Canal” o “Canal del Desagüe”, el cual comenzó a construirse en 1866, con una medida de 39.5 kilómetros.
Las inundaciones tienen que ver con el hundimiento

Fue en la década de los 40 cuando la ciudad sufrió ciertos hundimientos que “hicieron perder la pendiente al sistema de colectores”. Posteriormente, hasta la fecha, década tras década el aumento de población no se detuvo, ni tampoco el número de inundaciones.
Los ciudadanos podríamos afectar más el problema

La CDMX cuenta desde 1975 con un sistema de drenaje profundo de 164 kilómetros para el desalojo de las aguas negras y pluviales de la metrópoli y zona conurbada, todas estas salidas creadas con el objetivo de evitar inundaciones, pero, ¿qué hay de los ciudadanos? ¿también influyen en la problemática?
La basura que los drenajes reciben es un problema

Poco menos de un kilo (770 gramos) de basura es la que genera cada mexicano diariamente en la Ciudad de México, en total reunimos 86, 343 toneladas de acuerdo con datos del INEGI, factor que también ocasiona inundaciones al ser tirada en los pavimentos.
¿Es suficiente sistema de drenaje profundo para evitar tal problemática?

Según información publicada en 2014 en el portal de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) ya se trabaja en eso, pues con el objetivo de “mitigar los riesgos de inundaciones en el Valle de México, resultado de la insuficiencia en la capacidad de desalojo pluvial y de que las lluvias son cada vez más abundantes” se construyen seis túneles que ayudarán al sistema actual.
El sistema de aguas de CDMX trata de solucionar el problema

En tiempo de lluvias puedes acceder a la página del Sistema de Aguas de la CDMX, donde podrás encontrar los detalles del operativo de lluvias, un semáforo de alerta que te indicará los niveles del fenómeno al momento, un mapa de los lugares donde está lloviendo, así como las vialidades afectadas.
Hasta los políticos han sufrido las consecuencias

La Ciudad de México está expuesta a padecer inundaciones graves, “que nos puedan poner contra la pared”, en dos o tres años, estimó el ex Director de Prevención de la Secretaría de Protección Civil, Oscar Roa Flores.
Varios condcutores han tenido que subirse al techo de su auto

La pérdida de superficie de área verde y árboles, frente al auge de las grandes construcciones, genera una isla de calor que contribuye a que ocurran trombas como la registrada al sur de la capital.
¿Habrá una solución al problema?

La interacción entre el aire frío y el calor provoca un fenómeno conocido como celdas convectivas, que a su vez propician fuertes ráfagas de viento combinadas con lluvia muy fuerte, que dejan mayores estragos.
Más áreas verdes podrían solucionar el problema

Al resaltar la importancia de las áreas verdes para evitar inundaciones, el ex funcionario ejemplificó: cuando ocurre una tromba es como tirar agua al pasto o al piso, en el primer caso se irá absorbiendo poco a poco, en el segundo se va a quedar estancada.
Se tienen que tomar medidas drásticas para solucionarlo

Al lamentar que la Ciudad de México no ha invertido en su red de drenaje, la cual está dañada al 80%, destacó que si no con una lluvia normal el drenaje no funciona de manera adecuada, con una tromba la red va a colapsar.
El problema es que la lluvia puede dañar el Patrimonio Artístico

En los últimos años la Ciudad de México ha sufrido los estragos de la temporada de lluvias, las cuales han dañado el patrimonio de los habitantes.
¿Sabías cuánto miden las gotas?

Sabías que las gotas de lluvia no tienen forma de lágrima como se cree; las gotas pequeñas son casi esféricas, mientras que las mayores están achatadas. En cuanto al tamaño, este oscila entre los 0.5 y los 6.35 mm.
¿Sabías con qué velocidad caen las gotas de lluvia?

Depende del "diámetro y del peso de la gota de agua; cuanto mayor es, más rápido cae. Aún así, se calcula que la velocidad oscila entre los 8 y los 32 kilómetros a la hora".
¿Por qué la lluvia tiene olor?

Científicos del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), informó alguna ocasión en portal español Irispress, creen que "pueden haber descubierto el mecanismo que libera el olor a mojado de la lluvia (ya que) estudiando imágenes a alta velocidad, han descubierto que las gotas de lluvia al caer al suelo liberan aerosoles al impactar contra una superficie porosa. (...) Los investigadores sospechan que estos aerosoles pueden llevar elementos aromáticos junto a las bacterias y virus del suelo.