Los edulcorantes son sustancias que se emplean como sustitutos del azúcar. Al tener una cantidad mínima de calorías, es la opción preferida de muchas personas que desean adelgazar sin privarse de consumir alimentos y bebidas dulces. Gran parte de los productos dietéticos que se venden en el mercado contienen edulcorantes artificiales. Hablemos de los más comunes:
Edulcorantes: Aspartamo y sucralosa
El aspartamo, que resulta de la combinación de la fenilalanina y el ácido aspártico, es 220 veces más dulce que la sacarosa (azúcar natural). No se usa para cocinar u hornear debido a que pierde su efectividad cuando se somete a altas temperaturas. Está presente en muchos productos dietéticos.
La sucralosa, 600 veces más dulce que la sacarosa, está presente en muchos de los productos bajos en calorías que encontramos en el mercado, como gomas de mascar, gelatinas, jugos y postres. También se vende en pequeñas porciones para agregarlo a los alimentos y bebidas que desees. Lo encuentras bajo el nombre comercial Splenda.
Edulcorantes: Sacarina y acesulfamo K
La sacarina se comercializa bajo los nombres Sweet ‘N Low, Sweet Twin y NectaSweet. Algunas presentaciones son incluso más dulces que la sucralosa (es hasta 700 veces más dulce que el azúcar). Al igual que el Splenda, es el ingrediente de muchos alimentos y bebidas, y se encuentra también en presentaciones individuales.
El Acesulfamo K es parecido a los edulcorantes antes mencionados. Tiene la peculiaridad de no perder su utilidad a altas temperaturas, lo que lo hace ideal para preparar alimentos que requieren ser cocinados u horneados, y para endulzar bebidas calientes. Se puede encontrar en algunas tiendas con los nombres Sunett y Sweet One.
El riesgo de los edulcorantes
A pesar de los beneficios y facilidad para conseguirlos, el uso indiscriminado de edulcorantes es motivo de preocupación para algunos investigadores. De acuerdo con un estudio realizado por expertos del Instituto Weizmann de Ciencias de Israel, el abuso en el consumo de estas sustancias podría resultar perjudicial.
En el intestino hay poblaciones de bacterias cuya función es ayudarnos a asimilar, entre otras cosas, la glucosa del organismo. Los científicos que participaron en el estudio antes mencionado aseguran que los edulcorantes tienen el potencial de mermar estas poblaciones de bacterias benéficas en el organismo, lo que puede producir una forma de prediabetes conocida como intolerancia a la glucosa.
Experimento con ratones
Cabe señalar que los resultados del estudio realizado por el Instituto Weizmann de Ciencias no son concluyentes. Por ahora solo se han hecho pruebas con roedores. En un experimento, se dieron de beber diferentes sustancias a tres grupos distintos de ratones: agua al primer grupo, agua con azúcar al segundo y agua con sacarina, aspartamo y sucralosa al tercero.
Después de un tiempo se comprobó que los ratones que bebieron agua con edulcorantes se volvieron más intolerantes a la glucosa que los roedores de los otros dos grupos. Además, se encontró una alteración en la cantidad de bacterias intestinales del grupo antes mencionado.
Intolerancia a la glucosa
La intolerancia a la glucosa es una condición médica en la que el páncreas del paciente no produce suficiente insulina para descomponer el azúcar del cuerpo, lo que produce niveles elevados de azúcar en la sangre. Si no se trata a tiempo puede conducir a la diabetes.
Un paciente diagnosticado de intolerancia a la glucosa debe realizar cambios en su dieta y hacer ejercicio regularmente. De lo contrario, es casi seguro que terminará enfermo de diabetes.
Futuros estudios demostrarán, fuera de toda duda, cuáles son los riesgos de los edulcorantes. Mientras tanto, conviene recordar que todo en exceso es malo. Esto es particularmente cierto cuando se trata del consumo de sustancias artificiales. Si deseas tener una buena salud y prevenir el desarrollo de la diabetes, no abuses de los alimentos y bebidas dulces, independientemente del endulzante que contengan.
Fuentes: nlm.nih.gov / muyinteresante.es / diabetesbienestarysalud.com