Mesut Ozil publicó en las redes sociales tres comunicados para finalmente anunciar que el Mundial de Rusia 2018 fue el punto final de su etapa en la selección de Alemania. Recién culminado el certamen, el volante decidió despedirse tras unos últimos días cargados de polémica que terminaron en su renuncia. El volante de 29 años sorprendió al anunciar su salida. Sus raíces turcas, una foto con Recep Tayyip Erdogan y la falta de respeto de los dirigentes desembocaron en la decisión.

«Después de estos acontecimientos y muchas deliberaciones he tomado esta decisión. No jugaré más con Alemania mientras tenga esta sensación de racismo y falta de respeto», explicó el futbolista, que jugó 92 partidos desde su debut en febrero de 2009 con la casaca germana. Explicaba el siniestro «Para mí, hacerme una foto con el presidente Erdogan no tiene nada que ver con la política o con las elecciones, sino con el respeto hacia el máximo cargo del país de mi familia».

La gota que derramo el vaso

La lista de episodios en los que fue víctima es innumerable, pero en el último tiempo se multiplicaron por dicha fotografía. La imagen fue interpretada como un apoyo del futbolista a la reelección del mandatario y esto desencadenó una ola de críticas que el futbolista no toleró. Ozil explicó que esa lectura es errónea, sino que se tomó la foto porque haberla rechazado hubiese significado una falta de respeto. Sin embargo, su explicación no calmó las aguas y la lluvia de insultos no cesó.