Lionel Messi aterrizó en la Ciudad Condal en septiembre de 2000 y ya nada fue igual. Mucho se ha escrito sobre la llegada del mejor futbolista del planeta a Barcelona. Desde Minguella a Rexach, pasando por Joan Gaspart, todos tuvieron su parte de mérito en cerrar una operación que no sólo cambiaría la historia del FC Barcelona, sino la del fútbol.

Un momento histórico, en el que Messi y su familia se decantaron por Barcelona para seguir con sus vidas. Para que el joven futbolista siguiera con su tratamiento de crecimiento y se empezara a hacer un nombre ya desde las categorías inferiores militando en el club azulgrana.

Pronto escucharíamos su nombre en un anuncio que vaticinaría su futuro, fue en un comercial de Nike que decía: «Leo Messi, recuerda mi nombre». Desde entonces, nadie lo ha olvidado. Hace 18 años, el 17 de septiembre del año 2000, un joven argentino procedente de Rosario llegaba por primera vez a Barcelona.

Desde las categorías inferiores siempre fue despuntando sobre sus rivales

El argentino fue saltando de categorías a velocidad supersónica. Messi despuntó sobre el terreno de juego ya desde muy joven, llamando la atención desde que entró en contacto con el balón en las categorías inferiores azulgranas, jugando casi siempre contra rivales de mayor edad, cosa que nunca se convirtió en un impedimento debido a su calidad con la pelota.