El FC Barcelona está en labor de reforzar su actual plantilla, la sorprendente derrota en Champions League frente a la Roma de Italia ha dejado el corazón del club tocado, las posiciones a reforzar están claramente identificadas y se manejan diversos nombres de futbolistas élites para ellas, pero en el Barcelona lo tienen claro, la prioridad es: El fichaje de Griezmann.
En Noviembre del pasado año, todo estaba claro y acordado, el internacional francés se incorporaría a las filas del conjunto blaugrana a partir del 1ero de Julio de 2018, fecha en la que su cláusula de recisión de contrato baja de 200 millones de euros a 100. Tanta fue la seguridad del conjunto culé que reservó el número 7 de sus camisetas (a pesar de la incorporación de Coutinho) para el actual delantero del Atlético de Madrid.
La seguridad del cambio de aires también se veía reflejada del lado de Griezmann¸ quien consideraba que su etapa como rojiblanco había llegado a su fin y era hora de dar el salto a un equipo top mundial. Su representante negociaba con el Barcelona al mismo tiempo que se estudiaban distintos inmobiliarios para el cambio de residencia de Antoine.
Foto: Diario As
Al ver éstas serie de pistas y movimientos, el Atlético del Madrid hizo lo que sabe hacer mejor, luchar y defenderse tanto fuera como dentro de la cancha, desde el presidente Enrique Cerezo hasta los propios jugadores del Atlético se sumaron a la labor de hacer cambiar de opinión a quien consideran su máxima estrella y líder del proyecto rojiblanco. El Atlético le habría ofrecido al jugador una casi irrechazable suma de 24 millones de euros (el doble de lo que el jugador percibe actualmente).
La presión parece haber tenido el efecto deseado, Griezmann ha retrasado su decisión declarando que dará una respuesta antes del inicio del Mundial 2018. Mientras se prepara para Rusia 2018 el francés se debate entre su deseo de obtener más títulos a nivel colectivo o ser el líder del proyecto de Simeone para la próxima campaña, desde el conjunto rojiblanco le han insistido en que irse sería estar a la sombra de Messi y correr el riesgo de no adaptarse al Barcelona como sucedió con Arda Turán.
El conjunto culé por su parte, tarde pero seguro, ha activado nuevas estrategias para garantizar el fichaje de Griezmann y recale en el Camp Nou. El tridente que sería formado por Messi, Suarez y Griezmann sería temible.