Lucas Hernández actualmente posee las sienes rapadas. El look no es un antojo estético. Tiene que ver con la definición que Antoinne Griezmann aplica a la selección francesa: «Somos de un ejército». Un campeonato que Lucas, ha podido disputar con Francia por una llamada preventiva de Fernando Hierro, ahora ya ex director deportivo de la federación, cuando todo estaba listo para que Julen Lopetegui le reclutara convocándole para los amistosos de España en el mes de marzo.

El jugador nació en Marsella, pero fue criado en España, la federación española y su agente, Manuel García-Quilón, habían planeado que Lucas, al que Didier Deschamps nunca había convocado para la selección absoluta francesa, vistiera la Roja. El exceso de celo de Hierro lo evitó una semana antes de que su solicitud para nacionalizarse español fuera aprobada en Consejo de Ministros.

De haber obtenido la nacionalidad española y haber renunciado a la francesa, Lucas no habría podido jugar este Mundial de futbol ni con España, ni con Francia. De no haber sido por Hierro, el defensa no estaría a un partido de proclamarse campeón del mundo.

Julen Lopetegui, entrenador de la selección española desde el 21 de julio de 2016 hasta su despido antes de la Copa del Mundo 2018, quiso convocarlo en varias oportunidades pero su nacionalidad francesa era un impedimento, por lo tanto debía conseguir la nacionalidad española y renunciar a su francesa para poder ser convocado.