Los éxitos del cuadro madridista han estado fundamentados en su zona medular. El trío formado por Luka Modric, Toni Kroos y Casemiro ha capitalizado el juego del Real Madrid, elevando la categoría de su fútbol hasta cotas inimaginables hace años. Un medio campo que es muy difícil de mejorar y el recital que dieron ante la Roma es la última obra de una medular triunfal desde que se juntaron en 2015.

También son protagonistas del estilo futbolístico de un equipo tan ganador como atractivo en su fútbol. Porque Modric, Kroos y Casemiro están construyendo la historia como uno de los mejores centros del campo del Real Madrid, y ante la Roma volvieron a estar en plan estelar. No podía ser de otra manera, porque hace tiempo que lideran la construcción de juego una nueva época dorada del conjunto blanco.

Los tres se juntaron por primera vez un 4 de octubre de 2015

Con Benítez en el banquillo y en un derbi liguero (1-1). Fue la primera vez que lucieron juntos en el once. En la Champions, la competición que los ha coronado junto al resto de sus compañeros, se asomaron un mes más tarde, ante el PSG en casa (1-0).

Zidane fue el que terminó de darle el impulso definitivo a un centro del campo con el que marcó la diferencia. Un trío que, por cierto, también se ha reforzado con la presencia de un Isco que se encarga de dar un punto más de magia a un centro del campo fantástico.

El talento de Modric y la precisión alemana de Kroos no se entenderían sin la capacidad defensiva de Casemiro. El brasileño ha aportado equilibrio al equipo a la par que ha liberado de tareas a sus dos compañeros, hecho que agradece el Real Madrid. Gracias a esto, el centro del campo madridista se erigió como protagonista principal del equipo que entrenaba Zinedine Zidane y que ahora cogerá Julen Lopetegui. Y los blancos dominaron Europa, pero todavía se podía mejorar.