Neymar Junior se arrepintió rápidamente de haberse ido del FC Barcelona. El vestuario azulgrana era su casa y Barcelona una ciudad en la que se sentía como pez en el agua. Pero entre su padre y Wagner Ribeiro le convencieron de que era mejor volar solo, lejos de la sombre de su amigo Leo Messi, para de paso conseguir un contrato estratosférico en París. El jugador, que idolatra a su ‘Pai’ y además es ambicioso, se creyó el proyecto del PSG y tiró por la calle de en medio.