La derrota de Uruguay en cuartos de final ante Francia, las elecciones inminentes en la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF), el fin del contrato de Óscar Tabárez, la enfermedad contra la cual lucha sin rendirse y sus 71 años llenan de incertidumbre el futuro inmediato para la charrúa. Mientras los jugadores uruguayos se despedían de la copa del mundo, un enorme interrogante se abría sobre la continuidad del proceso de renovación más profundo y exitoso vivido por el fútbol celeste en los últimos años.

No existe una respuesta segura de porque Óscar Washington Tabárez se mantiene en pie de lucha cuando padece de una enfermedad terrible que merma sus condiciones físicas y lo agota anímicamente, es que para el seleccionador retirarse del juego al que ha dedicado más de la mitad de su vida le es muy difícil, es toda institución andante en Uruguay, aunque inicialmente, se dedicó a la enseñanza, es todo un ejemplo por como enfrenta esta enfermedad degenerativa.

El Maestro como se le conoce, al parecer padece el síndrome de Guillain-Barré, que se manifiesta por la dificultad de los músculos para responder a las órdenes del cerebro. Trastorno que provoca que el sistema inmunitario ataque al sistema nervioso. En ocasiones llega a inmovilizar a los enfermos.