¿A quién no le gusta darse duchas largas por las mañanas? Al levantarse, como para quitar la pereza, comenzar un nuevo día y hacer las cosas de manera más eficiente; o quizás prefieras una antes de ir a la cama, para relajarte y sobreponerte de los aconteceres del día en la oficina o después de clases. Y es que tomar un baño podría ser el mejor hábito de la vida.
Pero qué pasa si te digo que todo lo que estás haciendo en la ducha está mal, que tu forma de ducharte no es la adecuada y que puedes estar causándole daño a ciertas partes físicas de tu cuerpo y a tu propio organismo, es algo abrumador ¿no? A continuación, te presentamos algunos errores que seguramente estas cometiendo y no sabias.
No ducharse después de hacer ejercicio
Fuente: salud.uncomo.com
Después de hacer ejercicios, quedas sudada y con un olor desagradable, por el cual te obliga a pensar en solo ducharte, pero eso no tiene que ser nuestra principal preocupación, sino el hecho de que dejar el sudor secar en la piel, ya que permitiría que las bacterias proliferen y puede provocar sarpullidos y erupciones cutáneas.
No acabar la ducha con agua fría
Fuente: rompecabezas.com.es
¿Te das una ducha caliente y cuando acabas te limitas a salir y a coger la toalla? Pues, por sorprendente que parezca, acabar la ducha con agua fría puede ser muy beneficioso. Algunos dermatólogos indican que deber mojarte por 30 segundos con agua fría antes de cerrar el grifo, ya que la inmersión en agua fría está asociada a una mayor tolerancia al estrés, un sistema inmunológico más fuerte, un aumento de la cantidad de grasas quemadas y efectos antidepresivos.