Tener un nuevo trabajo es algo que a todos nos pone muy nerviosos, todos queremos impresionar a nuestro jefe ese día, intentamos hacer lo mejor de nuestro trabajo e intentamos congeniar con nuestros nuevos compañeros de la oficina.

Pero muchas veces intentar que todo salga perfecto no funciona, los nervios nos traicionan, se nos olvida todo lo que hemos aprendido y queremos que el día termine. Estos son los momentos más incómodos que vivimos en el primer día y yo me identifico con todos.