1. No gastes más dinero en bienes materiales que en experiencias

Por supuesto, es maravilloso sentirse guapo, sexy y atractivo. A pesar de ello, este hecho no da la felicidad ni aporta bienestar a largo plazo.

La belleza y los bienes materiales son efímeros y acaban perdiéndose en el tiempo. En cambio, las experiencias emocionales permanecen como recuerdos imborrables toda la vida. Prioriza.
2. Deja de inventar historias para que tu vida parezca más interesante de lo que realmente es

No hay nada maravilloso en la superficialidad y, por supuesto, tampoco hay nada malo en lo mundano. Por ello, tratar de disimular lo que realmente eres es una pérdida de tiempo.

Simplemente, di la verdad a los demás. De lo contrario, caerás en la falsa impresión que tú mismo has creado de ti mismo y acabarás siendo una persona sumida en la complacencia.
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