Las mascotas son como parte de la familia y las amamos con locura. En algunos casos hasta las dejamos dormir con nosotros. Les damos de nuestra comida, las atendemos, les damos cariño y las peinamos. No nos molesta hacer todas estas cosas porque vale la pena ver a nuestros compañeros peludos mover la cola y sacar la lengua. Pero, a veces estos lindos animalitos deciden hacer sus necesidades en lugares poco convenientes. Como la esquina del un sillón, en la puerta, en la maceta del garage, en la mesa de la cocina, en la base del inodoro y hasta en la regadera. Para este pequeño defecto de nuestra criaturas tiernas existe una solución infalible.