El tiempo, su relatividad, se dice que aquellas cosas que nos hacen sentir feliz pasan muy rápido y las que nos hacen sufrir, parecen detenerse, sin embargo lo cierto es que el tiempo no se detiene, sigue su implacable curso, ni por amor ni por dinero, como diría el cantautor panameño Ruben Blades, siempre a su paso constante, alguna huella nos dejó, a veces cicatrices, a lo largo del tiempo, la humanidad ha mirado al cielo, y lo más cercano que tenemos es la Luna, si ella, inspiradora, emotiva, a lo largo del tiempo allí esta , mirándonos, a cantantes y poetas deleita y entristece, a científicos apasiona, quienes más cerca la ha visto y los únicos mortales en pisarla fueron los tripulantes de la misión espacial de la nasa apollo 11, que en el año de 1969, se aposentaron en su seno, hasta ese entonces, ella era virgen, la que influye sobre las mareas en los océanos de la tierra y hasta en nuestras emociones.
El 31 de enero nos mostró sin pudor y con mucho éxtasis su desnudes la luna, pudimos observarla y disfrutarla, hasta amarla, estábamos pues ante un fenómeno que no se nos presentaba desde hace más de 150 años.
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Una coincidencia astronómica muy poco habitual, una súper luna de sangre, una luna azul y un eclipse lunar total nos desvelan, su presencia será espectacular y los científicos y amantes de la astronomía, dijeron que este fenómeno sería una tripleta celestial, y es que la luna es nuestro pariente cósmico más cercano, y su erótica aparición, fue visible desde Norteamérica, parte de Asia y de Oceanía, esta acompañante de nuestro planeta tierra, estuvo en fase de luna llena, fenómeno este que recibe el nombre de ¨luna azul¨, en su órbita , se encuentra lo más cerca posible de la tierra, ¨un beso lunar¨, este roce se conoce como perigeo, esto implica que en su performance, nuestro satélite, danzara, apareciendo ante nuestros ojos en un 7% más grande de lo habitual y hasta un 30% más brillante, como vestida de lentejuelas, en su presentación de gala la luna estuvo distante de la tierra a solo 360.000 kilómetros, ¨al alcance de la mano¨.
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Además de esas dos coincidencias, la luna nos presento un tercer acto y es que ella paseo a través de la sombra de la tierra, cambiando su ropaje se teñirá de rojo, en su magistral y última presentación, obra titulada ¨La luna de sangre¨, provocara además de aplausos, lágrimas y recuerdos, su gran cierre de jornada, un eclipse lunar total, uniendo estas tres presentaciones, el fenómeno ha sido bautizado como ¨Súper luna azul de sangre¨ desbordando colorido, esta bella obra teatral de nuestro satélite se pudo apreciar también desde Alaska, Australia, oriente medio, nueva Zelanda, el este de Asia y sobre todo desde la costa oeste de Norteamérica, su última puesta en escena es decir el eclipse lunar total durara aproximadamente una hora con quince minutos de duración. La luna estaba coqueta y para que la volvamos ver en plena intimidad, tendremos que esperar otros 150 años más.