La ex esposa de Elvis Presley encabezó una protesta junto a la veterana activista de los derechos de los animales, Kim Basinger y otras celebridades estuvieron presente en la manifestación tales como Donna DÊrrico y EG Daily y el novio de Basinger, Mitch Stone.
También hubo dos (2) protestas más en Washington D.C. y Seúl para marcar el Bok Nal, el primero de tres días no consecutivos, conocidos como los días más calurosos del verano coreano, cuando el consumo de carne de perro está en un punto alto en Corea del Sur.
La sopa de carne de perro, conocida como Boshintang, es la comida favorita para combatir el calor y la humedad extrema”. Los pobres perros muertos fueron eutanasiados recientemente y un veterinario local de Los Ángeles les proporcionó el “factor choque”.
Basinger sujetaba una foto de perros muertos despellejados y colgados de ganchos para protestar contra el comercio de carne de perro en Corea, pero Priscilla Presley y algunas otras mujeres se ve sosteniendo caninos muertos de verdad.
La manifestación se trata de denunciar lo que está mal, la protesta en si fue muy gráfica las mascotas muertas utilizadas como accesorios en el motín, recibirán entierros apropiados a finales de esta semana, según un portavoz de Animal Liberation Wave, el grupo que ayudó a organizar la acusación.
Kim Basinger admite que el comercio de carne de perro ha sido parte de la cultura coreana, especialmente con la generación mayor de Corea del Sur, pero ella piensa que es hora de un cambio.
Según las estimaciones, los surcoreanos consumen alrededor de un millón de perros cada año. “Es un plato delicado que se degusta en verano. Las Carnes rojas y gasa, siempre hervida por su ternura se considera enérgica.”Aunque el 70% de la población no come perro, solo el 40% exige que se prohíba su consumo. Según recientes encuestas, un 65% está a favor de que los perros sean criados y sacrificados en mejores condiciones.
De acuerdo a como lo demuestra las encuesta están dividida las opiniones es en Corea del Sur, no hay ninguna ley que regule la matanza de perros en Corea del Sur. Los productores piden al gobierno que someta al sector a la misma reglamentación que el ganado, pero los defensores de los animales exigen simplemente su abolición.