Recientemente se ha presentado el World Happiness Report o Informe de Felicidad Mundial, publicado por la Red para el Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas, el cual clasifican a 156 países de todo el mundo de acuerdo a su nivel de felicidad, para ello consideran los siguientes factores: esperanza de vida, nivel de corrupción y estado del bienestar. En el reporte de éste año se tomo en cuenta a los migrantes por primera vez, y fueron evaluados en 117 naciones.
Nuevamente quienes se posicionaron en los primeros puestos son los llamados países nórdicos, comenzando con Finlandia que le quito el lugar a Noruega, luego siguen Dinamarca, Islandia, Suiza, Holanda, Canadá, Nueva Zelanda, Suecia y Australia. John Helliwell codirector del World Happiness Report, comentó «La conclusión más sorprendente del informe es la notable congruencia entre la felicidad de los inmigrantes y los locales. Los que migran a países más felices ganan, los que van a países menos felices pierden«.
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En relación a los países de América, Estados Unidos se encuentra en la posición número 18, bajando 4 puestos, ésto de acuerdo al informe se debe a que actualmente "Estados Unidos se encuentra en medio de una compleja crisis de salud pública que se agrava, con epidemias de obesidad, adicción a los opioides y trastornos depresivos, todos notables de acuerdo con los patrones globales".
México por su parte ocupa el lugar 24, subiendo un puesto desde el año pasado, situándose por encima de Chile en el puesto 25, Panamá en el 27, Brasil en el 28, Argentina en el 29 (bajando 5 puestos), Guatemala en el 30 y Urugay en el 31. Lamentablemente la peor marca de felicidad del continente americano la tuvo Venezuela, ocupando el puesto 102, descendiendo rápidamente en la tabla producto de la situación política, social y económica que atraviesa, “En el caso de Venezuela, el informe apunta a que muchas migraciones no son fruto de decisiones deseadas sino consecuencia de una atmósfera de rápido deterioro de la libertad política y la estabilidad económica”.
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Muchos se preguntarán entonces cómo los países nórdicos han logrado estos niveles de felicidad, aun cuando poseen "algunos de los impuestos más elevados del mundo". Esto se debe a que ellos "aciertan en el sentido de crear buenas condiciones para la buena vida", es decir “saben convertir la riqueza en bienestar”, concluye el informe presentado ante el Vaticano.