No es muy normal visualizar que un personaje público responda de manera grosera y despectiva ya sea a sus ‘haters’ o a sus mismos seguidores, los cuales en ocasiones se pueden llegar a mostrar en contra de algo comentado por la persona que estos decidieron seguir. Pero no es el caso del famoso y polémico periodista.
Desde hace pocas semanas el afamado David Páramo, se ha visto involucrado en ciertas disputas en su cuenta oficial de twitter, donde en varias ocasiones ha hecho públicos ciertos tuits un poco salidos de tono y grotescos, pero además, los mismos van dirigidos como una respuesta de ataque a comentarios expresados por diferentes usuarios de la red social.
Como ha ocurrido en muchas ocasiones, siempre existirán el lado que apoya y el lado que critica y cuestiona las acciones de los personajes públicos. Y este ha sido el mismo caso que ha ocurrido con David Páramo, quien ha sido duramente criticado por cientos de usuarios, pero así mismo, también ha sido apoyado.
Las palabras usadas por el periodista son desde vulgar hasta grotescas, y por ningún lado se logra visualizar la profesionalidad que suele caracterizar a un profesional en el periodismo, aún así el Páramo no le ha tomado mucha importancia a su imagen, y se descargó totalmente a través de la red social.
Insultos despectivos donde nombra la madre del usuario hasta grandes vulgaridades hacia el dueño del perfil que le criticó. Muchas personas han expresado que Páramo “se ha salido de sus cabales”, pero a estas mismas personas el famoso les responde de manera muy grosera.
En algunos tuits el periodista se deja ver como una persona “misógina”, pero esto no parece importarle, ya que ha decidido responder cada crítica que se le haga respecto, muchos de sus seguidores también han comenzado a insultar a todo aquel que lo critique.
Por otro lado, han sido muchos los insultos que le han enviado, por lo que el periodista decidió en las últimas horas retwittear cada mensaje que llegue a su cuenta oficial de twitter, creando mucha más controversia en su perfil.
