Tras haber protagonizado la boda del año,  Meghan Markle y el príncipe Harry, aún no han celebrado su luna de miel, el viaje que realizan los novios tras la boda se ha retrasado para los ahora duques de Sussex, debido a los compromisos de la pareja, sin embargo eso no quiere decir que no lo tendrán.

Para el Palacio de Kensington, lo principal es la seguridad, la pareja viajará acompañados de agentes en todo momento. Scobie un periodista delegado de US Weekly en Londres y especializado en seguimiento de la realeza, apuntó a ELLE,  que cualquier plan que la prensa considere como probable, es automáticamente anulado por el palacio de Kensington.

Scobie, no obstante, apuesta por el continente africano, donde la pareja se enamoró: Harry invitó a su mujer a Botsuana dos veces antes de comprometerse y allí compró el diamante principal de su anillo.

Según reporta TMZ, la luna de miel tendrá lugar finalmente en el lujoso hotel Fairmont Jasper Park Lodge en Alberta, Canadá. Su atractivo principal, que Jorge VI y la Reina Madre vivieron allí noches de amor en los años 30 y que la propia reina Isabel II y Felipe de Edimburgo lo visitaron en junio de 2005.

El portal detalla que con un costo aproximado de 7 mil dólares la noche, la pareja se hospedará en una cabaña acogedora cabaña llamada The Outlook Cabin, de tan solo 6 metros cuadrados ubicada en la cabaña.

A continuación se baraja Ruanda, donde Meghan visitó la Tierra de las Mil Colinas en 2016 como embajadora de la organización caritativa World Vision. Allí fue donde la zoóloga Dian Fossey escribió su inmortal Gorilas en la niebla.