En medio de fuertes polémicas, Pablo Urdangarin, ha demostrado con creces que todos somos humanos y que podemos tener grandes logros a pesar de nuestras equivocaciones. Así, ha logrado penetrar el mundo profesional del deporte, siguiendo la ruta que marco su padre como jugador de balonmano y siendo fichado por la Bundesliga alemana, con quien debuto el pasado 14 de septiembre para salir vencedor durante el partido.

 De esta forma, el segundo hijo de la Infanta Cristina con Iñaki Urdangarin, se encuentra formando parte de una residencia para deportistas en Alemania, con la finalidad de evitar cualquier tipo de distracciones y dedicarse por completo al balonmano que fue un “deporte con el que su padre logro la internacionalización con la selección española en tres Juegos Olímpicos” y que permitió innumerables visitas por parte de la familia Urdangarin (padre e hijos) a los estadios de las distintas partes del mundo.

 En los inicios internacionales como jugador del balonmano, Pablo estará acompañado del español Antonio Carlos Ortega, quien además de ser el primer entrenador del equipo alemán, fue compañero de Iñaki Urdangarin durante muchos años en el Barcelona, cuando uno era extremo, el otro era lateral por la banda derecha. Juntos fueron internacionales y Ortega fue uno de los invitados a la boda del jugador vasco, ya que habían ganado las cinco Copas de Europa consecutivas (1996-2000) y poco después del matrimonio “el bronce en los Juegos Olímpicos de Sidney”.