La rutina comienza a convertirse en la peor enemiga de las personas con el paso del tiempo. Lo peor que puede suceder en tu oficina, es que tu trabajo se convierta en una insignificante actividad para obtener dinero, dejando atrás toda la pasión que debería tener hacer lo que te gusta.
Si últimamente te irrita tu entorno y los días te parecen eternos, puede ser un síntoma de que tu tiempo en tu actual lugar de trabajo, ha llegado a su fin.
A continuación te presentamos los síntomas que te ayudarán a identificar si es el momento de cambiar tu empleo.
Drama, drama, drama
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Cosas insignificantes como que la impresora se atasque, tu computadora tarde más de lo habitual o simplemente pierdas un archivo en tu escritorio, pueden ser la peor tormenta de tu día.
Menos es mejor
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Sin notarlo, pasaste de ser aquel que resolvía los problemas, aportaba ideas y amaba las reuniones, a ser quién únicamente lo que dice su contrato y si es posible mucho menos.
Ya no eres "cool"
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Ahora eres el amargado de la oficina. De ser el cool que organizaba las salidas y las comidas de cumpleaños, ahora has terminado por apenas saludar a tus compañeros y sólo si los topas de frente.
Sales a fumar o a comprar algo siempre
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Sales a fumar cada 30 minutos, el principal problema es que tu no fumas. Buscas cualquier excusa para no estar sentado en tu escritorio.
Sin retos
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Ya nada representa un reto, nada. En caso de que alguno lo haga, haces hasta lo imposible por evitarlo. Ya olvidaste lo que se siente el emocionarse con el trabajo y la rutina se ha vuelto tu mejor amiga con tal de no hacer ningún esfuerzo.
Reunión sinónimo de tortura
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Entre tus torturas se encuentra cualquier forma de convivencia obligada, ya sea un cumpleaños o simplemente algún almuerzo de negocios o una junta con el jefe.
Tu peor pesadilla
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Sueñas con el trabajo, pero no de forma positiva. La peor pesadilla que puedes tener por las noches es aquella en la que te ves en tu oficina.
¡DOMINGO!
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¿Recuerdas que cuando estabas en la escuela, el peor día de la semana era el domingo? Bueno, esa sensación ha regresado a tu vida y ahora los domingos son el peor día de la semana. ¡Qué problema!
Agotamiento
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Seguramente trabajas sentado, pero te sientes físicamente agotado. Empiezas a enfermarte, a sentir dolores de cabeza. Bajan tus defensas y por lo general tu cuerpo parece haberse rendido.
Vida social, ¿qué es eso?
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El trabajo de la oficina comienza a dañar tu vida personal. Estás siempre cansado y prefieres no pasar tiempo con tu familia y amigos. Comes terrible como una manera de gratificarte por el esfuerzo que haces para estar ahí.