Este sábado de desarrolló el debut de Argentina ante Islandia y en el encuentro se notó a un conjunto albiceleste con poca mejora, no se vieron los resultados de los entrenamientos que han realizado previo al Mundial Rusia 2018, reflejó pocos avances y su estrella tampoco brilló, el jugador Lionel Messi falló un penal que pudo haber representando la victoria de su país.
El conjunto de Sampaoli demostró poca preparación y muy poca elaboración en su forma de juego. Durante el juego, Argentina no participó con ánimo, de hecho parecía que solo jugaban para mantener el juego en empate. En pocas ocasiones se notó interés por marcar un gol, el empuje de la selección albiceleste estaba en pocas dosis.
En el mundo del fútbol lo principal son los ánimos; los deseos de ganar. Pero esto no es todo, se necesita una estrategia en la cancha de juego, tener una noción de cómo se enfrentará al oponente y poseer alguna idea para poder vencerlo, además de un equilibrio mental y emocional en cada jugador. Sin embargo, el combinado argentino atraviesa por una abrumadora presión social que los pone al límite, poseen mucha demanda, se está esperando a una selección de un nivel superior al de todos los tiempos.
Foto: ComuTricolor
El peso que soportan los argentinos solo es comparable al que sufre la selección brasileña, solo que en Brasil cuentan con Neymar pero también con grandes jugadores que lo acompañan, lo empujan y le arman el juego, en Argentina Messi vaga en medio de una soledad desesperante.
En su encuentro contra Islandia, Argentina revive y confirma las peores profecías acerca de su paso por la Copa del Mundo. La selección argentina se exhibió ante el mundo como una recolección de nombres pero sin una conexión entre ellos, no hay un ensamble dentro del equipo, cada uno parece tener su propio rumbo y no definen una visión o un objetivo claro que les permita mejorar su destreza.
Asimismo, no se ha visto definitivamente ninguna evolución a la alarmante agrupación que desde el mes de octubre mostraba sombras en su participación pero que se esperaba que con fuertes entrenamientos, modificaciones y voluntad el resultado en el mundial fuese muy distinto. Una vez más se ha evidenciado que Argentina solo puede ganar el Mundial con un milagro de Messi y no cualquiera, este milagro va a requerir de toda la entrega de la pulga si es que pretende sacar a la selección albiceleste del lugar en el que se encuentra.