Gracias a las cosas que nos toca vivir como las facturas, las mañanas, los pagos extremos y la limpieza, hacen que crecer sea un asco, y que ser adulto se convierta en algo completamente aterrador, pero recuerda que nunca estamos solos.

Si te has mudado de casa a otro país, otra ciudad o simplemente te mudaste al apartamento de al lado, siempre sentirás que todo es muy difícil al principio y que quieres rendirte, a pesar de que amas tu adultez y tu libertad.

Pero no te rindas, aprende a controlar las cosas y organizar tu vida con pasos pequeños para construir una gran vida. Estar asustados o tristes es normal, pero no puede ser un sentimiento eterno, así que debes aprender a lidiar con las verdades más feas que realmente nadie te dice, pero que hacen que tus momentos a solas sean perfectos.