Luego de la llegada de su pequeña Luna, quién le brindó los mejores días durante su primer mes y medio, la colaboradora de televisión Adriana Abenia está pasando uno de los momentos más complicados por el fallecimiento de su pediatra de toda su vida.

Y es algo que Adriana Abenia ha querido compartir por las redes sociales, porque no fue una muerte común, sino que fue en manos de su marido. Por ende, ataca la violencia machista por la que fue asesinada publicando el siguiente comunicado: ‘Que triste que mi pediatra de toda la vida, querida por toda la familia, haya sido hoy asesinada en Zaragoza a manos de su marido. NO más a la violencia machista, que lamentablemente alcanza datos inadmisibles #NiUnaMenos #NosQueremosVivas #016’

De esta manera Adriana Abenia lanza un punto a favor de las mujeres, sobre todo con el número de teléfono que tiene como objetivo denunciar cualquier maltrato machista. Esto quiere decir que aún existe casos de este tipo y que con la fuerza y unión de las féminas van a seguir luchando la violencia  hacia las mujeres.

Esta situación ha sido de bastante desagrado tanto para Adriana Abenia como para su familia, pues llevaban conociéndose bastantes años, por lo que se ha convertido en su pediatra de toda la vida. Así se crea lazos más que solo de trabajo, como los lazos de amistad. Y perder a un amigo es perder a un ser querido. Por ende esta muerte ha llegado hasta el corazón de la colaboradora.

Pero por otra parte, Adriana Abenia está llena de felicidad por haber disfrutado con su hija recién nacida y por los momentos extraordinarios que vendrán. La pequeña Luna está cada día más grande, se le ha visto en muchas imágenes publicadas por la madre en su cuenta de instagram, queriendo compartir con sus seguidores cada momento hermoso que pasa con su bebé.

Todos estos momentos que comparte son avances que demuestra cómo está creciendo en su nueva etapa como madre, que será de gran aprendizaje para la colaboradora Adriana Abenia. No hay duda que tendrá bastante ayuda con respecto a ser mamá, cuya experiencia le será de bastante agrado pero también agotador por la otra faceta que toda madre olvida cuando tiene en sus brazos por primera vez a su primera creación.