Hace poco se conmemoro el aniversario del atentado, el 22 de mayo de 2017, a las afueras del concierto de la cantante Ariana Grande en Mánchester un terrorista detonó una bomba, que mató a 22 personas e hirió a más de 500. «Hay tantas personas que han sufrido esta pérdida y dolor«, afirmaba la cantante. «La parte de procesar todo esto tomará una eternidad«.

Grande aún confía que el tiempo le ayudará a lidiar con su trastorno de estrés postraumático a raíz del devastador evento, sin embargo, se muestra reacia a hablar de sí misma considerando cuánto han sufrido otros.

«Odio … sí … admitirlo, pero es más que nada eso«, reveló luego de que el reportero le preguntara si los mareos y la angustia que enfrentó al llegar a casa eran signos de trastorno de estrés postraumático. «Eso es lo que todos me decían. Es difícil hablar porque muchas personas han sufrido una pérdida tan severa y tremenda. Pero, sí, es algo real. Conozco a esas familias y a mis fans, y todos allí también experimentaron una gran cantidad de estos síntomas«.

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«El tiempo es lo más importante«, continuó la estrella. «Siento que ni siquiera debería estar hablando de mi propia experiencia… No creo que alguna vez sepa cómo hablar sobre eso sin llorar«.

A un año de estos sucesos Grande regresó con “No Tears Left to Cry”, su primer sencillo. De acuerdo con Ariana, el proceso de grabación arrancó en cuanto pudo terminar sus compromisos de presentaciones en el extranjero, en el otoño de 2017.

«Creo que mucha gente tiene ansiedad, especialmente en este momento. Mi ansiedad tiene ansiedad«, dijo Grande a la revista. «No. Siempre he tenido ansiedad. Nunca he hablado de eso porque pensé que todos lo tenían, pero cuando llegué a casa después de la gira, fue lo más severo que haya pasado«.

«Todos pensaban que estaba loca cuando llegué a casa y quería empezar de inmediato. Al siguiente día ya estaba en el estudio«, describió. «Soy una adicta al trabajo«.