El ex agente especial Bruce Sackman que entre 1995 y 2000 estuvo a cargo de la oficina de la oficina del inspector general del departamento de asuntos de los señores de tercera edad en EE.UU., el próximo 18 de septiembre está publicando un libro llamada “Behind The Murder Curtain” (detrás de la cortina asesina) en el cual se va a explicar el caso de Michael Swango, fue un médico de nacionalidad estadounidense que desde el año 1980 asesino al menos 60 personas, entre pacientes esto se dio a conocer según medios locales.
Según Sackman, Swango empezó a cometer sus crímenes cuando estaba todavía de estudiante de la escuela de medicina que se ubica al sur de Illinois (EE.UU)
A principios de los años 80, cuando empezó a mostrar interés por los pacientes moribundos “se movía cerca de sus camas, estudiaba sus cuadros y les hacía preguntas de cómo se sentían y que dolor padecían”, detalla el ex agente especial en su libro.
En opinión de Sackman,”parecía que los más disfrutaba era estando cerca de su sufrimiento “aunque se estima que el número exacto de personas a manos de médico no está claro, el ex agente estima que la cantidad supera los 60.
En el libro se relata como Swango, luego de a verse graduado en medicina consiguió un empleo en un hospital de Ohio, donde varias enfermeras alertaron alarmada tras las muertes de algunos pacientes sanos luego de ser atendidos por el doctor una de estas enfermeras incluso admite haber visto a Swango inyectando a una paciente.
Aunque sin embargo la gerencia del hospital reprendió a la enfermera por mostrarse “Paranoica” y ese caso fue olvidado pero este tipo de casos cada vez fueron más frecuentes en todo los centro de salud donde este doctor de la muerte trabajaba y durante los 12 años siguientes y en estos sitios tampoco tomaron cartas en el asunto solo existieron sospechas e incluso denuncias gracias a sus comportamientos.
De esta forma Sackman también explica como en dos ocasiones en el año 1984 Swango intoxico a sus compañeros de estudio y trabajo dándoles comida, y luego los contactaba para preguntarle cómo se sentían para que le explicada que tan fuerte era el dolor , que padecía y si sentía que se estaba muriendo.
Luego de despertar sospechas es su entorno, un grupo de médicos encontraron arsénico entre sus pacientes, lo denunciaron y al ir a su domicilio la policía encontró muchas sustancias venenosas.