El rapero Mac Miller murió el pasado 7 de septiembre, en su casa en Los Ángeles a los 26 años a causa de una sobredosis cuando estaba en su apartamento de Los Ángeles. Su quinto álbum, publicado este verano, había alcanzado el número tres en la lista Billboard. En octubre iba a comenzar una extensa gira por EE UU. Miller, cuyo verdadero nombre era Malcom McCormick, había reconocido sus problemas con las drogas y la depresión desde los 15 años. Su exposición pública había crecido exponencialmente en los últimos años por su relación con la estrella del pop Ariana Grande

La trágica perdida del artista, que llevaba años luchando contras sus adicciones al alcohol y las drogas, ha hecho que el consumo de su música se haya disparado de una forma exponencial. Este es un fenómeno que suele ocurrir. Cuando un artista fallece, el consumo de su legado musical aumenta de forma vertiginosa. Aunque cabe decir que lo que ha pasado con Mac Miller es total y increíblemente impresionante .

Los streamings de la música del rapero y productor musical han ascendido en un 970%, y eso que solo se han contabilizado cifras referentes a consumidores en los Estados Unidos. Y es que su muerte ha hecho que muchos se interesen por conocer su legado musical y que, más allá de sus fans de toda la vida, su público haya aumentado.

Otro ejemplo claro de este fenómeno lo tenemos en las reproducciones de sus vídeos en Youtube. Sin ir más lejos, el último videoclip que rodó, «Self Care», donde aparece metido en un ataúd, ha aumentado sus reproducciones en casi 10 millones desde que se supo de su muerte el pasado sábado 8 de septiembre.

Y es que el nombre de Mac Miller se suma a la lista de personajes famosos con talento que se han ido demasiado pronto. La comunidad musical internacional ha quedado conmocionada y diversos artistas han querido rendirle homenaje en sus respectivos conciertos.

Ese es el caso de Drake, Niall Horan, Childish Gambino, G-Eazy, Khalid, Adam Levine e incluso Elton John quisieron dedicar unos segundos de sus shows en memoria de Mac Miller. “Mac, donde sea que estés, espero que estés feliz ahora. Es inconcebible que alguien tan joven y con tanto talento se haya ido”, dijo el artista británico antes de interpretar su icónico Don’t let the sun go down on me.