La siguiente es una noticia que se escapa de lo habitual en una sección de espectáculos, pero manifiesta la solidaridad que existe dentro del mundo de la farándula. Maximiliano Gómez, el vendedor de sándwiches que trascendió mediáticamente luego de perder su mercadería en manos de la Policía de la Ciudad, fue a vender a los estudios América TV, convocado por el conductor de Intrusos.
Ni bien arrancó el programa, Jorge Rial hizo una mención de lo que le ocurrió al vendedor ambulante de Once. El conductor le pidió a Maxi que se acerque y éste respondió al llamado tímidamente, junto a su canasta. Le quedaban muy pocos de sus ahora famosos sándwiches de salame y queso; varios integrantes del canal le compraron su mercancía.
Aprovechando las cámaras de tevé, Maxi agradeció el gesto que tuvo el periodista y la gente que se solidarizó con él cuando se dio a conocer lo que le había ocurrido cuando intentaba ganarse la vida.
La historia de Maxi era como la de cualquier vendedor ambulante, que día a día recorren las calles buscando ganarse el pan. Pero el pasado miércoles le sucedió algo inesperado: fue multado por la Policía por uso indebido del espacio público, perdiendo así su mercadería. Una foto tomada por un transeúnte capturó la angustia del vendedor cordobés, y se convirtió en viral a las pocas horas.
Varios fueron los llamados que recibió el vendedor tras lo ocurrido. Todos querían comprar sus sándwiches, darle una mano para que pueda pagar la multa lo antes posible y así recuperar su gran canasta, traída de su provincia natal. Según asegura, fueron tantos los llamados que tuvo que rechazar algunos pedidos por falta de tiempo.
«Hago 300 pesos por día vendiendo. La calle esta muy mal», le comentó horas antes al ciclo Involucrados.
