El mundo animal le dice adiós al último rinoceronte macho blanco del norte “Sudán”, quien murió a sus 45 años debido a complicaciones propias de su edad. El animal tenía tiempo de estar bastante enfermo, sus músculos y huesos se habían desgastado, en la piel poseía grandes heridas e incluso una lesión profunda en su pata trasera derecha que le impedía caminar. Con el paso de los días el animal empeoró por lo cual “el equipo veterinario decidió practicarle la eutanasia”.

Richard Vigne, CEO de la reserva donde se encontraba el animal expresó, «Fue un gran embajador de su especie y será recordado por el trabajo que hizo para crear conciencia global sobre la situación que viven no solo los rinocerontes, sino también los miles de especies que se enfrentan a la extinción como resultado de una actividad humana insostenible«. Este hermoso animal formaba parte de un proyecto para evitar la extinción que casi se produce por  décadas de caza ilegal. Actualmente siguen quedando con vida Najin que era su hija y Fatu su nieta. A pesar de que Sudán haya muerto, los trabajos para recuperar la especie continúan a través de las técnicas de fertilización con esperma de otros rinocerontes.