El famoso cantante de origen chileno había sido asesinado en el año 1973 por varios funcionarios del Ejército de Chile, los cuales ninguno de ellos habían sido condenados por este vil hecho, el cual conmocionó a la sociedad internacional, hasta ahora.
Hace poco, fue confirmado el arresto de nueve miembros del Ejército de Chiles los cuales estaban presuntamente involucrados en el asesinato premeditado del famoso cantante Víctor Jara y del ex director (de ese entonces) de prisiones Littré Quiroga en el año 1973.
Según varios portales del país chileno, indican que “ocho de los militares fueron condenados a penas de 15 años y un día en calidad de autores de los homicidios”. Además de esta noticia “también fueron sentenciados a tres años de cárcel, como autores del delito de secuestro simple de ambas víctimas”.
Esta noticia ha dado la vuelta al mundo, ha sido motivo de alegría para muchos que han esperado esta noticia desde hace una gran cantidad de tiempo, 45 años para ser exactos; la familia del cantautor se goza por haber recibido esta extraordinaria noticia, aunque no se esperaba que fuese tan tardía, por fin ocurrió.
Por su parte, el ex oficial llamado Rolando Melo, debe pasar por lo menos cinco años y un día en la cárcel, por encubrir este delito, y no denunciarlo con las autoridades pertinentes, además de esto se le ha agregado un máximo de 61 días por “encubridor de los secuestros”.
La muerte de estos emblemáticos personajes, ha quedado en la memoria de la sociedad chilena e internacional; desde el secuestro, las torturas, hasta las muertes tanto de Jara como de Quiroga, no podían quedar impunes, por lo que se esperaba la pronta justicia de sus asesinatos, los cuales fueron con gran alevosía y ensañamiento.
Según las prensas locales, quienes revivieron la masacre de ambos personajes, hicieron que nuevamente se reviviera ese escandaloso momento, junto con los sentimientos de rechazo y dolor de parte de sus familiares, además de un sentimiento de paz porque la justicia ha triunfado luego de 45 años.
Según fuentes locales de Chile, reviviendo las muertes de Jara y Quiroga: “Jara, a quienes los militares le habían triturados sus dedos con las culatas de sus fusiles, le dispararon 44 disparos, mientras que Quiroga recibió 23 impactos de bala. Después fueron sus cuerpos lanzados en la vía pública, junto a los cadáveres de otras personas de identidad desconocida, muertas igualmente a tiros”.