Bulgaria es un país soberano miembro de la Unión Europea situado al sureste del continente europeo. Limita con Rumania al norte (separados en gran parte por el Danubio), Serbia y la República de Macedonia al oeste y con Grecia y Turquía al sur. El mar Negro se encuentra ubicado al este del país.
El Instituto de Estudios de la Población y el Hombre, adscrito a la Academia de Ciencias de Bulgaria ha hecho público un informe, según el cual, hasta el año 2040, la población búlgara se reducirá en otro 20 a 25 %. El pronóstico elaborado en base a datos del Instituto Nacional de Estadística de Bulgaria, Eurostat, la ONU y el Banco Mundial ha sido facilitado para debates al Ejecutivo búlgaro. La agencia BGNES dedica al tema un escrito especial en el que destaca que cuando el 2 de abril de 1962 nacía el búlgaro número 8 000 000, por espacio de casi 24 horas los fotógrafos no dejaron de hacerle fotos junto con su mamá.
Existen países menos poblados en Europa, en el año 2018, estos países no tienen una sobrepoblación ya que los gobiernos tienen medidas para que las parejas no tengan más de dos hijo pero no es en todos.
A continuación una lista ordenada del número de habitantes de los países de
Europa.
Lista de países con menos población en Europa (2018).
- Ciudad del Vaticano – 820.
- Mónaco – 39.800
- Andorra – 79.300
- Islandia -336.500
- Malta – 437.900
- Luxemburgo 590.045
- Montenegro – 622.600
- Chipre -850.900
Existe un total de 10 países Europeos que tienen la
menor población.
En el 2009 en Bulgaria nacieron 80.956 niños; en el 2012, 69.121. En cambio
los fallecimientos, además que
son mayores que los nacimientos, aumentaron entre esos dos años. Esto es, 108.068 en el 2009 y 109.281 en el 2012. Los censos constatan que el número de
hogares habitados por una sola persona, va en aumento. El concepto de familia, tiende a disminuir.
Una población con una fecundidad por debajo del nivel de reproducción es una población que envejece inexorablemente, provocando desequilibrios en el gasto sanitario y en el de las pensiones, que pesa sobre las
cada vez más reducidas generaciones jóvenes. Además, la sabiduría y experiencia que podemos reconocer a los ancianos, si estos prevalecen en la población es más difícil que una sociedad sea capaz de generar innovación.