El famoso cantante Kurt Cobain tuvo una vida corta, que se suicidó en 1994, con 27 años sin embargo su herencia sigue dando de qué hablar, 24 años después. El exmarido de la única hija del cantante, Frances Bean Cobain, afirma que su ex suegra, Courtney Love, conspiró para matarlo con la única intensión de recuperar la icónica guitarra del vocalista de Nirvana.

Isaiah Silva ha demandado a Love, a su mánager Sam Lutfi, al actor Ross Butler , al investigador privado John Nazarian y al músico Michael Schenk, entre otros, por alegar que estos irrumpieron en su casa, para golpearlo, secuestrarlo e intentar asesinarlo con la intención de robarle la guitarra del fallecido artista.

Frances Bean Cobain, solo tenía dos años cuando su padre se quitó la vida de un disparo, y se casó con Silva en el 2014. En el 2016 comenzaron con los trámites del divorcio y, tras dos años de batalla judicial, la hija de Cobain accedió a que la guitarra acústica Martin D-18E que el músico tocó durante la presentación de MTV Unplugged, cinco meses antes de su muerte, pasase a ser propiedad de Silva. Isaiah alegaba que la guitarra fue un regalo de boda y que, por tanto, le pertenecía. La justicia le concedió a Silva el valioso instrumento a cambio de que no reclamara pensión económica a la hija de Cobain, que se quedaba la casa conyugal.

Silva alega que Nazarian, Schenk y Lufti entraron en su casa de Los Ángeles haciéndose pasar por policías y que Lutfi le agarró los genitales mientras le amenazaba. También que “atacaron y causaron lesiones físicas a la madre de Silva con la intención de aterrorizar e intimidarle”. Los tres hombres, presuntamente enviados por Courtney Love, lo obligaron a entrar en un Cadillac negro. Un amigo de Silva, que estaba en la casa cuando llegaron los supuestos atacantes, llamó a la policía. Cuando acudieron los agentes, explica el denunciante, Lutfipreparó apresuradamente una historia falsa con la intención de evitar que el departamento de Policía de Los Ángeles los detuviera”. Lutfi ya estuvo envuelto en un escándalo cuando denunció a su excliente, Britney Spears después de que la cantante afirmara en su libro Through the storm que la drogó y la mantuvo alejada de su familia.

Silva afirma que lo querían secuestrar para “terminar con cualquier posible reclamación legal sobre el fideicomiso que cobra Frances Bean de su padre 95.000 dólares mensuales por una herencia de más de 11 millones por los derechos de autor del líder de Nirvana y cualquier pensión conyugal”, a la que se supone que ya había renunciado.