Un tornado de fuego se generó el pasado sábado 14 de julio el cual fue captado por una pareja estadounidense

Chris y Anne Mackie, quienes circulaban por una carretera que atraviesa a lo largo del río Colorado cerca de la localidad de Blythe, en California cuando se dieron cuenta del tornado de fuego.

En dichas imágenes se logra observar cómo fuertes vientos empujan las llamas hacia el borde del río y comienzan a succionar el agua en espiral. Rápidamente se crea un enorme remolino de agua y fuego con humo tóxico negro que alcanzó aproximadamente diez metros de altura.

Es muy raro que se formen tornados de fuego, su poder destructor es enorme por la alta cantidad de calor que concentran. De ello tomó buena cuenta la Biblia, que lo menciona varias veces. En Estados Unidos están más que acostumbrados a ellos.

Una alta temperatura del aire y una enorme corriente son los dos elementos esenciales para que se formen los tornados de fuego. Por eso, son más frecuentes cerca de un incendio forestal o una zona desértica a mucha temperatura, Pueden llegar a tener entre 10 y 50 metros de alto, una velocidad de giro de unos 35 km/h y no suelen durar mucho tiempo. No obstante, se han llegado a ver tornados de fuego impresionantes de hasta 1 kilómetro de alto, con vientos de hasta 160km/h y durar más de media hora haciendo que la temperatura en sus alrededores ascienda hasta los 400 grados. Cuando esto sucede reciben el nombre de tormentas de fuego. En 1923, durante la gran catástrofe del terremoto de Kanto (Japón), se formó una de estas tormentas del tamaño de una ciudad, produciendo un gigantesco tornado de fuego que mató a 38.000 personas en apenas quince minutos.