Una de las ventajas de comprar borracho es que olvidas los prejuicios y las barreras que pueden separarte de absurdos objetos que nunca vas a usar, prendas que nunca te vas a poner y mierdas random que no sabes cómo explicar cuando otros reciben el paquete. Es lo bonito de perder el sentido de la crítica y despojarte de cualquier filtro.

Es por ello que he pensado en todas aquellas cosas que por uno u otro motivo jamás compré y que, seguramente, habría hecho de haber disfrutado de un estado de embriaguez que las justificara. En esta lista, apta para gente rata y señores con síndrome de Diógenes, no hay nada de camisetas y objetos sin sentido. Aquí solo hay productos pensados para justificar la compra con un estado de alienación desafortunado: