Efectivos y prácticos consejos para tener un buen hábito de estudio

No es recomendable estudiar cansado o si tienes sueño, ya que por más que quieras estudiar en ese estado, lamentablemente no se te quedara mucha de la información que estás leyendo. Es mejor que descanses una media hora y comas alguna comida energética y empieces a estudiar.

Está comprobado que muchos de nosotros, el 40% de las veces, dejamos todo para de último, pensando que es tan simple que estudiaremos en menos de dos horas, pero cuando comenzamos, nos damos cuenta que no es así. Por eso, es recomendable que todos los días estudies entre una o dos horas, para que así no te sientas tan cargado.

¿Sabías que antes de que te pongas a estudiar ya has empezado a hacerlo? Cuando prestas atención en clase y tomas buenos apuntes, estás empezando el proceso de aprendizaje y estudio. Asegúrate de sentarte en un buen sitio para poder prestar atención.

¿No sabes tomar apuntes? Empieza anotando la información que explique o escriba en el pizarrón tu profesor durante la clase. Intenta hacer buena letra para que después entiendas tus apuntes. También es una buena idea tener los apuntes, exámenes, pruebas sorpresa y documentos de trabajo ordenados por asignaturas.

Pensar que tienes tres o cuatro horas de estudio por delante probablemente desmotiva mucho. Pero hay una forma de hacerlo mucho más sencillo. Descansa cada 60 minutos y haz algo que te guste durante 10 minutos como por ejemplo, tomar un café, pasear a tu perro, jugar con tu gato o tomar un aperitivo.

Si eres el típico estudiante que estudia mientras mira WhatsApp o Facebook cada 5 minutos, déjame decirte que es un grave error a la hora de estudiar. Para llegar a un estado óptimo de concentración, tardarás aproximadamente diez minutos, si llegas a ese estado y lo interrumpes, tendrás que volver a empezar. Es por ello que es importante eliminar distracciones como redes sociales, la televisión, el celular, etc.

El rap, pop, electrónica o rocho, no son los mejores estilos de música para escuchar si quieres estar concentrado. Es mejor escuchar música clásica que no te haga cantar ni tararear la letra. Evita estar buscando cada minuto la música que te gusta, es mejor si eliges una lista de al menos 60 minutos para no distraerte con estar cambiando.

Los mapas mentales son una de las mejores formas de recordar la estructura de un contenido. Si tienes que desarrollar largos temas, te resultará una herramienta excelente.

Es preferible estudiar individualmente o en grupos pequeños, ya que cuando estudias solo, además de que estas más tranquilo, te concentraras totalmente en lo que estás haciendo. Cuando estudias en un grupo pequeño (recomendable no más de 5 personas) tiendes a captar algunas cosas que no tenías claras.

Una investigación realizada en la Universidad de Illinois, demostró evidencia de que 20 minutos de ejercicio antes de un examen puede mejorar el rendimiento. Así que si tienes un examen que te estresa mucho, descarga todo ese estrés con una rutina de ejercicio.

Una mentalidad sana es: “Si estudio durante meses tendré muchas probabilidades de aprobar y si no lo logro, estaré tranquilo porque me he esforzado”. Con esa forma de pensar, evitarás el estrés y ansiedad de los exámenes y si estudias con antelación aprobarás la mayoría de las veces.

Si no te gusta o te desagrada lo que estudias, probablemente no avanzarás mucho, pero si tienes un auténtico interés, no te costará esfuerzo estudiar. Será como pasar tiempo libre informándote sobre lo que te gusta.

Tener hambre hará que estés distraído y sin energía, haciendo mucho más difícil la concentración. Por ello, es muy importante que hayas desayunado o comido antes de comenzar a estudiar. Entre otros alimentos, las almendras y las frutas son buenas opciones.

Si tienes 300 páginas que estudiar, te va a entrar vértigo cuando comiences. Pero si divides 300 páginas entre 30 días cabe a 10 páginas al día, lo cual facilita todo. Si cumples con la regla de estudiar meses o semanas antes, podrás planificarte con tranquilidad y eficacia.

Si alternas los lugares donde estudias mejorarás la atención y la retención del aprendizaje. Además, estudiar durante semanas en un mismo lugar puede llegar a ser fatigoso y aburrido. Alternar entre diversas bibliotecas o salas de estudio y tu casa es una buena opción.

Ponerte preguntas o exámenes ficticios de prueba es mucho más efectivo que subrayar o releer. Estarás preguntándote posibles preguntas y estarás practicando para la prueba real, es decir, habrás hecho antes muchos posibles exámenes y el examen real será uno más.

Hacer resúmenes de una lectura te ayuda a identificar las ideas principales y señalar las palabras claves. Lee, mira y observa, un resumen siempre debe de ser siempre coherente, claro y conciso.

Si quieres pasar el examen, déjate de excusas y en vez de quejarte y perder tiempo en decir “no he estudiado, voy a perder”, podrías invertir ese tiempo en ponerte estudiar. Así que no seas negativo y siempre da lo mejor de ti.