Lo increíble de la fotografía es que podemos contar historias o transportarnos a otras dimensiones, y es que la verdad para poder lograrlo solo necesitamos tener buen ojo y mucha imaginación. Capturar una imagen y convertirla en algo mágico es algo único y sorprendente, pues  derriba todos los límites que le ponemos a nuestra creatividad.

Esta fotógrafa sobrepasa los límites de su imaginación y logra convertir su fotos comunes y corrientes, tomadas en su patio trasero, en escenas mágicas dignas de una película de ficción. Su estilo es tan sútil y elegante que hace que cada foto sea vea tan real, como si fuera posible.