La selección de Francia se coronó este domingo como la campeona del Mundial de Futbol Rusia 2018, en el estadio Luzhniki de Moscú. El equipo de Deschamps logró su segundo título mundial después del obtenido en 1998. Aunque no fue la selección que mejor jugó, si demostraron un buen trabajo en equipo.

Francia hizo gala de una enorme resistencia física y mucha rapidez de juego. Marcó camino con justa posesión de pelota y una excelente defensa. El equipo actuó como un bloque, entre ataques y defensas con acciones extremadamente rápidas y sin errores.

El equipo de Deschamps tuvo un gran trabajo de base. Sus estrategias de juego funcionaron a la perfección y se caracterizaron por dejar que el contrario tomara la iniciativa y responder con contragolpes.

Por lo general los laterales de un equipo no terminan siendo figuras, pero Pavard, Benjamin y Lucas Hernandez se destacaron por equilibrar los medios y fondos del campo. Samuel Umtiti  y   Varane fueron grandes pilares y conjuntamente con Kanté mantuvieron la pelea con los delanteros rivales.

Este Mundial destacó a un nuevo personaje: Mbappé, quien en conjunto con  Pogba dieron la mejor demostración de fuerza y talento deportivo para lograr llegar a la final y vencer finalmente a Croacia.