El centrocampista N’Golo Kanté, campeón del mundo en Rusia con la selección francesa y jugador de la Premier League de Inglaterra con el Chelsea, protagonizó una historia que demuestra por qué es uno de los futbolistas más queridos y que mejor cae a los aficionados, no solo de su equipo, sino del fútbol en general. Kanté cenó y jugó al FIFA en casa de unos desconocidos tras perder un tren. Un grupo de amigos coincidió con él en una mezquita y le hicieron la invitación la cual aceptó.
La humildad de N’Golo Kanté se ha visto reflejada en varias oportunidades. Durante las celebraciones francesas tras ganar el Mundial, el centrocampista del Chelsea siempre mostró un perfil bajo. Y es que, tal como dicen la mayoría de sus compañeros, Kanté no es un jugador ostentoso. De hecho, tal es así que maneja un Mini Cooper para movilizarse. Además de su sonrisa permanente, en numerosas ocasiones ha dado muestras de su humildad.
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Esto fue lo ocurrido el pasado fin de semana
La última de ellas tuvo lugar el sábado pasado. El pasado fin de semana, el pequeño futbolista ha vuelto a tener un gesto de humildad. Esta vez con un grupo de aficionados. Según relata un portal de noticias, Kanté, tras la victoria del Chelsea 4-1 ante el Cardiff City, tenía planeado coger el tren Eurostar hacia París, pero acudió tarde a la cita y lo perdió. Tras ese incidente, para quemar tiempo mientras esperaba al próximo tren, el francés acudió a una mezquita cercana.
Estando ya en el recinto religioso, un grupo de amigos se le acercó para pedirle una fotografía. El estelar jugador del Chelsea aceptó. Pero además, ocurrió algo inesperado no se negó a la invitación de uno de ellos de ir a su casa para conversar y pasar el rato, algo que no se ve muy a menudo en estas épocas.
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Cena, tv y videojuegos fue la velada que tuvo Kante con sus nuevos amigos
Una vez en la casa de sus recién nuevos amigos improvisados, cenaron arroz con curry y estuvieron viendo el programa Match of the Day de la BBC, con imágenes del partido del que él mismo había formado parte tan solo unas pocas horas antes, además de jugar varias partidas al popular videojuego de fútbol FIFA. Una nueva muestra de por qué Kanté es tan querido.
La formación que tuvo y todo lo que vivió en su infancia todas las penurias que paso, formaron un carácter desinteresado y desprendido en el futbolista que es ampliamente conocido por todos, esa manera suya den ser, no mediático pero si muy efectivo en el campo de juego.