Debut ideal de Rafa Nadal en Wimbledon 2018. Porque tuvo un partido claramente cómodo en su estreno en el All England Club, pero que le permita poder tomar algunas consideraciones. Es que a pesar de llegar poco preparado al tercer Grand Slam del año y existir mucho margen de mejora, las sensaciones sobre la hierba londinense fueron positivas.

El español necesitaba un rival mínimamente competitivo como lo fue Dudi Sela para empezar adaptarse y acumular minutos sobre una superficie que no pisaba hace un tiempo. Desgaste, muy poco. Tensión, la justa y necesaria para superar al israelí en tres sets (6-3, 6-4 y 6-2) en una hora y 50 minutos. Su rival en segunda ronda será el Mikhail Kukushkin.

¿Cómo se desarrolló el juego?

Rafa comenzó el partido estudiando al escurridizo Sela, que llegaba posicionado de 128 en el ránking de la ATP, y que por momentos exhibió buen juego recordando a sus mejores épocas. El español defendió con determinación el servicio, aunque fallo de entrada en una doble falta y pasó por altibajos de juego que supo aprovechar el israelí, fue capaz de hacerle frente hasta el 3-3 inicial y de plantar resistencia cuando todo lo tenía todo en contra. Nadal se desmarcó y señalo el camino en el primer set cuando rompió en blanco el servicio de su rival y fijó la ventaja del 4-3 con el saque en su mano, lo demás era historia para el resto del partido.

Cuando Nadal parecía ya indomable, Sela contó varias bolas de break y consiguió quedarse con un segundo juego en el último set. Ya en la última parte, con el israelí al saque, el mallorquín los utilizo para ensayar el poderoso drive en paralelo al revés cruzado que sentenció el partido y los golpes que serán decisivos para su avance hacia la final cuando le toque sortear rivales de mayor calibre como Djokovic, Zverev y el argentino Del Potro.