Si crees que sufres cuando el invierno llega al lugar en donde estás, estas fotos de Oymyakon, el pueblo más frío de la Tierra, te harán cambiar de opinión.
Yakutsk

Con la temperatura más baja de -67°C, registrado en 1993, y el promedio de enero de -50°C, este pueblo es lugar habitado permanentemente más frío de la Tierra. El fotógrafo Amos Chapple decidió ir en un viaje de dos días desde Yakutsk, la ciudad más fría del planeta, para capturar lo que es la vida cotidiana en Oymyakon.
Mercado central

El Mercado Central de Yakutsk está abarrotado de peces y carne, ya que los cultivos no crecen allí.
El fotógrafo recuerda que lo más difícil no era el propio frío, sino que los anillos de enfoque y zoom de su cámara se congelaban mientras estaba en el lugar.
El fotógrafo recuerda que lo más difícil no era el propio frío, sino que los anillos de enfoque y zoom de su cámara se congelaban mientras estaba en el lugar.
La calle

“Yo llevaba pantalones delgados cuando salí afuera con -47°C. Recuerdo sentir como el frío agarraba físicamente mis piernas, la otra sorpresa fue que en ocasiones mi saliva se congelaban como agujas que calvaban mis labios”, dijo el fotógrafo a weather.com.
El pueblo

El pueblo se encuentra junto al río Indigirka, en el noreste de la República de Saja. En 1926, se registró el récord histórico de -72.1°C de temperatura y es común que en los nueve meses que dura el invierno, la temperatura se mantenga alrededor de los -60°C.
-50°

Cuando la temperatura baja los -50°, se prohíbe ir al colegio. La razón es aún más aterradora. A partir de -50%, si una persona pasa más de 15 minutos en la intemperie quedará automáticamente congelado, independientemente de la cantidad de ropa que lleve puesta.
La “Carretera de huesos” es la única vía para llegar a Oymyakon.

La Autopista de Kolymá, también conocida como la Carretera de los Huesos, atraviesa el Extremo Oriente ruso, conectando Madagán y Yakuts. Es la única carretera de la zona y la única manera de llegar al pueblo es atravesando sus 2032km de trayecto.
El Polo del Frío

Además, la carretera carece de puentes, lo que no resulta en un gran problema durante el largo y frío invierno, pues la forma más fiable de atravesar un río siberiano es cruzarlo por sobre la capa de hielo.. Incluso el cartel del pueblo dice “Oymyakon, El Polo del Frío”.
Las casas

Una mujer camina por al lado de una casa congelada ubicada en el centro del pueblo. Si una persona permanece más tiempo de lo debido en las calles, durante los meses de mayor fío, está expuesta a morir congelada en medio de la calle.
Una gruesa capa de piel mantiene calientes a estos perros.

Al igual que los perros, los demás animales se han adaptado a las inclemencias extremas del tiempo. Por ejemplo, los caballos de Oymyakon son muy robustos, poseen patas cortas y un espeso pelaje que los mantiene calientes. Aquí los caballos son utilizados como bestias de carga, y su carne es muy preciada.
Frío y más frío

La mayoría de los baños se construyen afuera, ya que el suelo helado hace que sea imposible construir cañerías interiores. De un lado de las casas se colocan leña y del otro, bloques de hielo que luego las calientan para su uso, ya que las cañerías reventarían con el agua helada.
Yakutksk a Oymyakon

Un agricultor mantiene cálidas a sus vacas por la noche escondiéndolos en este granjero. Aquí las construcciones son muy sencillas, cabañas de madera muy bien aisladas del frío exterior. Los hogares poseen una antecámara en la que guardan los alimentos que desean conservar congelados. La siguiente cámara está cubierta de suelo a techo con varias capas de abrigos hechos con pieles de reno y otros animales.
El ganado

A principios del sigo XX, este era el sitio ideal para la crianza de renos. Luego, con el apogeo del régimen soviético se convirtió en una ciudad rica en oro, plata, platino y otros metales preciosos, presentes en sus montañas.
Cuidado especial

A día de hoy, los pobladores de Oymyakon sobreviven gracias a sus recursos locales (en especial, la ganadería, la caza y la pesca), además de haberse convertido en un centro turístico para aventureros. Las vacas sólo dan leche entre los meses de junio a octubre; el resto del tiempo, el frío extremo impide el ordeñe y sus ubres son cubiertas con fundas de cuerdo para que no se dañen.
Longevidad

Muchas mujeres de Oymyakon dan a luz hasta 18 hijos, pero muy pocos llegan a la edad adulta. No obstante, a pesar de las condiciones, allí viven muchas de las personas más longevas del país. Un buen número supera el centenar de años.
Pesca

Retrocedamos un poco, ¿dijimos pesca? Si, pero para pescar en las gélidas aguas es necesario hacer un pozo que llegue hasta el río, que por cierto, corre a gran velocidad. Los peces, al ser retirados del agua, se congelan en apenas veinte segundos. ¡20 segundos!
Surrealista paisaje

Oymyakon se encuentra en un valle rodeado de montañas, eso favorece a que el viento se detenga por completo, lo que a su vez hace que las bajísimas temperaturas sean un poco más soportables, y que en el breve verano se alcancen hasta 35°C. Un gran cambio ¿no?
Oymyakon

Los pobladores de Oymyakon se encuentran apenas por encima del límite de la pobreza, ahora, la ciudad se sustenta gracias a sus recursos locales. Una única tienda provee a los aldeanos de Oymyakon todo lo que necesitan de afuera del pueblo.
Vehículos especiales

Los vehículos que llegan a Oymyakon deben estar especialmente equipados con cristales dobles que impidan el ingreso del aire helado al interior. Además, son estacionados en garajes climatizados. Los que quedan fueran deben permanecer con el motor encendido, de lo contrario no volverían a arrancar.
A más calor, mayor criminalidad

Aquí, las posibilidades de diversión son escasas, pero cada año se celebra el Festival del Polo del Fío, en donde el vodka corre a raudales. Sin embargo, además de que el alcohol ayuda a mantenerlos cálidos, también contribuye a que la tasa de criminalidad sea alta. Aunque resulte difícil creerlo.
Calefacción

Si te estás preguntando la manera en que se mantienen en calor… Una planta de calefacción a carbón mantiene caliente a los inmuebles de los aldeanos. A eso se suma, claro, el calor a leña producido en los hogares
Ambiente hóstil

Los habitantes de la aldea se cubren del frío encimándose, de pies a cabeza, varias capas de abrigos fabricados con pieles de reno y otros animales que pueblan la zona. Debe ser muy difícil sobrevivir en un ambiente tan hostil si uno no está familiarizado con el frío.
Amante del frío

Yo soy un amante del frío que vive en una ciudad que, durante la mayor parte del año, tiene una temperatura media de 40°C. Vivo bajo el aire acondicionado a la menor temperatura posible y deseando vivir en un país frío. Pero en serio, estas fotos me hacen replantear mis deseos para el próximo año. Seriamente.