1. ¿Nos conocemos de algún lado?

Si intentan conocer a una mujer que les parece atractiva y comienzan la conversación con esta frase, lo más probable es que reciban una mirada de profundo desagrado y un “no” seguido de indiferencia absoluta por el resto de sus vidas.

Por favor, hombres, ésta es una frase que funciona únicamente (y ni siquiera allí es efectiva siempre) en la televisión, así que bórrenla de sus anotaciones sobre cómo hablarle a una mujer. Gracias.
2. ¿Tan linda y sin novio?

De las miles de expresiones que pueden utilizar cuando están conociendo a una chica, ésta es la que hará revelar su falta de agudeza con mayor facilidad. Por eso les decimos: ¡No la usen jamás!

Además de ser un lugar común, no podemos hacer otra cosa que responder con un gesto de desencanto lo primero que se nos ocurra para cerrar ese capítulo incómodo. Es una lástima porque no iban para nada mal si lograron preguntar sí tenía pareja.
3. ¿Cómo estuve?

Acaban de compartir un gran momento con la mujer que tienen recostada al lado. Por lo que más quieran (por amor, piedad, la paz mundial, lo que prefieran) no partan las tablas de la cama con el gran peso de su ego haciendo esta pregunta.

Les advertimos, para que estén enterados, que dicha expresión tiene variantes como “te gustó, ¿no?” o la peor de todas: “¿llegaste?”. Estropean ese período feliz de hace un minuto o, de no haber sido tan feliz, aportan un motivo adicional para salir corriendo sin mirar atrás.
4. ¿Con cuántos más has estado?

A menos de que tengan una máquina del tiempo en su poder, no tienen el derecho ni la capacidad de entrometerse en el pasado de la mujer que está a su lado. Si realmente les importa ella, disfruten del hecho de que sus experiencias la han hecho la mujer que hoy es.

Si a pesar de todas las advertencias anteriores quieren preguntar, arruinar la confianza puesta en la relación y llenarse la cabeza con algunos hechos remotos que jamás traemos en mente, también pueden pedir sus nombres.
5. ¿No estabas a dieta?

Si salen a comer a un restaurante y después de hacer el pedido sueltas esta pregunta, no podré hacer otra cosa que felicitarte: le acabas de arruinar la comida y el resto de la noche.

En el caso de que hagas el comentario antes de que el mesero abandone la mesa -para que ella pida algo más pequeño-, no sólo la harás sentir bastante mal, sino que quedarás como el tacaño de turno en el restaurante.
6. ¿Estás en tus días?

No hay una oración en el universo que demuestre más falta de interés en tu chica que esta pregunta. Si tienen problemas no te deshagas de ellos echándole la culpa siempre al ciclo hormonal.

Además de ser una forma muy cómoda de deshacerse de toda responsabilidad, es absolutamente inútil a la hora de resolver un conflicto. ¿No es acaso más fácil ser parte de la solución y no del problema?
7. ¿Estás brava?

Ya entendimos que cometiste algún error y, si no quieres cometer otro aún peor, tu mejor opción es no decir esta pregunta. Evítala aunque te sientas contra la pared y no tengas idea que decir.

Expresa arrepentimiento, pide perdón, guarda silencio hasta que ella sepa cómo abordarte o explica tu posición sobre el problema. En conclusión, haz lo que sea menos preguntar lo que sabes que es notorio a simple vista.
8. ¿Ya te calmaste?

En caso de que decidas guardar silencio ante el problema para retomar la conversación después, que no te pase por la mente iniciar con esta expresión. Para empezar, no pidas calma si el problema sigue vigente.

Segundo, no esperes a que se calme sola como un niño cuando hace pataletas (tómala con seriedad, sé respetuoso). Tercero, habla de los dos, pregunta si pueden sentarse a hablar y solucionarlo juntos, como haría una persona racional –porque no siempre se trata de tener la razón o no-.
9. ¿Y eso que te arreglaste?
Vía gipretoria.sites.caxton.co.za
Si notas que tu pareja luce más arreglada hoy sin un motivo conocido, no preguntes como si nunca se arreglara o como si no pudiera arreglarse sin tener un evento –tal vez sólo se arregló para ti-. Si quieres hacerle notar que se ve muy bien, dile sin rodeos lo hermosa que está, sin preguntar un porqué innecesario.

El gran logro de esta expresión es hacer un desplante a tu chica si se arregló para ti o quedar como una persona insegura que no tolera que su chica quiera verse elegante un día normal.
10. ¿Te pasa algo?

Realmente, el problema no es sólo la pregunta, sino la constancia con que la haces. Cuando llegas al punto de repetirla por veinteava ocasión en el día y la adoptas como tu nueva muletilla, de seguro pasará algo –y no precisamente bueno-.

Salir del lugar común encerrado en esta expresión es bastante fácil, teniendo en cuenta la cantidad de formas que hay para llegar a una persona con la que compartes gran parte de tu vida, ¿no? Sin embargo, si aún sigues optando por la vía fácil, te deseo mucha suerte (porque la necesitarás).