Un conmovedor caso se ha hecho vira en las redes sociales, luego que un hombre llamado Chatchai Pan Uthai, de 32 años se vistiera con ropa femenina para celebrar junto a sus hijos el Día de las Madres.
A través de un vídeo publicado por Facebook, muestra cómo el hombre se sienta junto al resto de las madres, mientras su pequeño se acerca a su padre. El hecho ocurrió en la escuela de caridad Sai York.
Ante este sorpresivo acto de amor, Chatchai no dudó en hacer feliz a sus hijos sin importar lo que otras madres opinaran sobre él. La escuela que solo atiende a niños a estudiantes entre las edades comprendidas de 3 a 5 años, cuenta con una guardería especial.
Chartchai reveló que había estado casado durante 3 años y se separó de su esposa, ambos tuvieron dos hijos, el primero era un niño llamado ozono de cinco años y el segundo, más pequeño de 3 años.
El hombre decidió acudir a la escuela para que sus pequeños no se sintieran aislados durante la celebración. De manera tradicional, los niños de Tailandia protagonizan una ceremonia en la que se inclinan ante sus madres para mostrarles su agradecimiento poco antes del 12 de agosto, cuando país asiático celebra esa fecha.
Kornpat Ae Sukhom, amiga de Panuthai, grabó el momento y publicó varias imágenes y un video en su perfil de Facebook, que pronto se hicieron virales en la Red.
El video ya se ha reproducido más de 6 millones de veces, mientras que han compartido la entrada al menos 50.000 usuarios.
Cabe destacar que el Día de la Madre en Tailandia es doblemente especial, puesto que se celebra el cumpleaños de la Reina Sirikit, cada 12 de Agosto.
El 12 de agosto de cada año, se llevan a cabo fiestas públicas, como desfiles y ceremonias, además, las familias se reúnen con emotivas muestras de cariño entre madres e hijos.
Las escuelas en Tailandia suelen albergar la ceremonia del Día de las Madres. En ese día tan especial, las madres asisten a la escuela de sus hijos y cada niño se arrodilla a su madre de pie, demostrando respeto a la mamá por todo lo que ha hecho por ellos. Dentro de estos momentos sinceros, es común ver a las madres secándose las lágrimas de sus ojos y muchos niños haciendo lo mismo (y a veces a los espectadores también).