El este de Europa se ha teñido de naranja desde hace algunos días, y se debe a una combinación entre la nieve habitual y polvo proveniente del Desierto del Sahara. Este fenómeno se ha apreciado en países como Bulgaria, Ucrania y Rumanía, dejando impresionados a los habitantes y turistas que no han dudado en compartir las imágenes en las redes sociales.