Definitivamente en la sencillez se encuentra la elegancia. Ese es el principio que parece haber adoptado Meghan Markle en el diseño de su vestido. La novia camino hacia la Capilla de St. George en el Castillo de Windsor  Luciendo una impresionante creación de Givenchy, que fue diseñado por  la directora creativa de la casa de moda, Clare Waight Keller.

First kiss #RoyalWedding

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El vestido a simple vista parecía sencillo, con pequeños adornos. Sin embargo, la silueta presentaba unas líneas limpias que se adaptaban a la perfección al cuerpo de Meghan. Ni maquillaje presuntuoso, ni joyas muy ostentosas, dejando de lado claro la tiara, un accesorio prestado por la reina Isabell II, de 125 años elaborada en platino y diamantes que tiene un gran diamante central

El detalle del estilismo de Markle que ha despertado el sincero asombro de los más de 600 invitados a la capilla de San Jorge ha sido el velo. De cinco metros de largo, el velo está confeccionado en triple organza.