En el condado de Nakuru en Kenia, se registró un impresionante suceso. Un hombre fue apresado por un tribunal de Kenia, que condenó a tres años de prisión al hombre que se ha encontrado culpable de matar un millar de gatos desde hace más de 6 años para vender su carne que usaba de relleno para pequeñas empanadas, según la información de medios locales.

El nombre del acusado es James Mukangi, fue detenido en Nakuru después de ser visto por un grupo de vecinos mientras este estaba despellejando a un gato en plena calle.

Tras ser arrestado, Mukangi confesó a las autoridades y a los medios locales que había matado cerca de 1100 gatos para vender su carne en las locaciones cercanas; pequeños negocios, tiendas y un hotel eran sus clientes habituales.

«Fue difícil cuando comencé el negocio, pero mi clientela creció» porque «siempre hay una gran demanda de carne de gato», aseguró.

A pesar de que la venta de carne de gato para el consumo humano está prohibida, algunos medios indican que se practica en algunos establecimientos, en donde los comerciantes y los funcionarios sin escrúpulos se alían para perjudicar la calidad de los alimentos sin importar ni tomar en cuenta la salud de los consumidores.