Kiko Hernandez, luego de ganar en su participación en ‘Gran Hermano’, había adquirido un chalet al que bautizó como ‘Villa Chatín’ y, unos años después, adquirió otro chalet que construyeron justo al lado. El ahora colaborador de televisión, ha puesto ambos chalets a la venta debido a que considera que esa casa esta «llena de peligros para mis niñas», según aseguró a la prensa.
Como buen padre, quiere mudarse a otra vivienda que ofrezca una mayor seguridad a sus hijas, Jimena y Abril. Estas dos propiedades habían sido su hogar hasta ahora, pero por amor a sus hijas decidió venderlas las dos, bien sea juntas o por separado. El primer chalet lo vendería por 500.000 € y el segundo por 300.000 €.
Foto: Diez Minutos
Kiko indica que estuvo viviendo por 15 años en “la casa de sus sueños", y aunque ha sido dura la decisión de mudarse, porque han sido 15 años plagados de recuerdos y esfuerzos por construir la casa de sus sueños, pero primero están sus hijas. Por momentos pensó en alquilar los chalets, pero "me gustaría alquilarla en lugar de venderla, porque le tengo mucho cariño, pero un chalet lo alquilas y te lo destrozan.", asegura Kiko.
Sin embargo, reconoce que es una casa no adecuada a la vida de padre con niños pequeños "porque está llena de peligros: tiene 3 plantas, escaleras por todas partes, muchos huecos, una piscina grande que no se puede tapar... "
Se lamenta, ya que expresa que realmente era la casa de sus sueños y que "Si dentro de 30 años la volvieran a poner a la venta, te aseguro que la volvería a comprar". Sería un hermoso regalo que le daría la vida si logra recuperarla en el futuro.
Otro tema de peso a la hora de tomar la decisión, fue el tiempo que se ahorrará en llegar a casa y ver a sus hijas. "Cuando me mude más cerca me ahorraré 10 horas semanales de coche y las invertiré en estar con las niñas", confiesa Kiko.