Kiko Hernandez, luego de ganar en su participación en ‘Gran Hermano’, había adquirido un chalet al que bautizó como ‘Villa Chatín’ y, unos años después, adquirió otro chalet que construyeron justo al lado. El ahora colaborador de televisión, ha puesto ambos chalets a la venta debido a que considera que esa casa esta «llena de peligros para mis niñas», según aseguró a la prensa.

Como buen padre, quiere mudarse a otra vivienda que ofrezca una mayor seguridad a sus hijas, Jimena y Abril. Estas dos propiedades habían sido su hogar hasta ahora, pero por amor a sus hijas decidió venderlas las dos, bien sea juntas o por separado. El primer chalet lo vendería por 500.000 € y el segundo por 300.000 €.