Lola Herrera al haber cumplido sus 82 años, confiesa que el llegar a esa edad no implica una sabiduría especial ni una ciencia desconocida, pues “si tienes unos buenos genes, salud y puedes ponerle ilusión a la vida y ganas de batallar, es todo lo que necesitas”, sin importar el tiempo de vida que haya acumulado una persona, si se ha dedicado a cuidarse desde joven y a evitar ser objeto de malestares y mortificaciones, seguramente llegará a convertirse en un adulto mayor, por ello afirma que “a mí me gusta ser vieja, es a la sociedad a la que no le gusta”.