Lidiar con un colega que utiliza su gentileza para distinguirse ante los demás puede resultar ser muy desagradable. En la mayoría de las empresas, siempre existirá al menos una persona dentro de un equipo de trabajo, que recurra a la labia con el director o con uno de su colega para conservar su trabajo.

Aunque parezcan inocuos y en ciertas ocasiones puedan considerarse cordiales las galanterías que le expresan a esa persona, la mayoría las veces detrás de estos cariños siempre habrá un ineficaz que lo que desea es cuidar su puesto de trabajo y quedar muy bien ante la mirada de su patrón. Cumplidos como: “Que bien le queda el traje al jefe”  “Me parecen extraordinarias los comentarios que está indicando el jefe”, son algunas frases que suelen expresar un individuo que es exageradamente adulador.

Para conquistar la confianza de tu director no es preciso que te creas indispensable, recuerda que elogiar podría acrecentar la posibilidad que logres un ascenso en tu trabajo, pero eso sí, no esperes que con tu actitud puedas lograr mantener la amistad en la oficina.