Queda poco más de una semana para que cierre el mercado de fichajes, pero en cuanto se hayan hecho los deberes en la plantilla, el FC Barcelona podría mirar al banquillo. Tras evaluar a Ernesto Valverde en una temporada de máxima exigencia y circunstancias poco favorables, el club estaría decidido a extender su vinculación, algo que podría plantearse en breve.

El pasado verano, el extremeño firmó su contrato por dos años y uno opcional, y aunque ambas partes estarían dispuestas a ejecutarlo, la intención es ofrecerle una renovación. La idea sería certificar de esta manera un proyecto a largo plazo, aportando tranquilidad al entrenador y también a los jugadores, que están contentos con su elección y que podrían estar así centrados en el trabajo, apartándose de los inevitables rumores que siempre surgen en estos casos.

A finales de septiembre o principios de octubre empezarían los contactos con su agente, Iñaki Ibáñez, con el objetivo de cerrar ya las condiciones de la nueva relación y no dejarla así dependiendo de los resultados. Tras haberse enfrentado ya a cinco títulos oficiales, el Txingurri ha amarrado tres, y con un conjunto más asentado y con menos sacudidas (en especial fueron complicados la marcha de Neymar y los problemas con los fichajes), se espera que su rendimiento pueda incluso mejorar.

El obstáculo que debe enfrentar el FC Barcelona

El obstáculo que deberá superar el Barça es que Valverde suele esperar al final de curso para tomar decisiones, algo que ya hizo en el Athletic Club y que considera que le aporta una mejor valoración de la situación. Los azulgranas, en cambio, prefieren que se decante antes, porque en caso de que hubiera que separar caminos, tendrían más margen y menos impedimentos para empezar a moverse por un sustituto.