Rafinha ha vuelto a nacer o al menos así lo está demostrando en su retorno al FC Barcelona, con el que ya ha demostrado su calidad en los dos partidos amistosos que ha disputado ante el Tottenham y la Roma. Después de la goleada encajada por la Roma, Ernesto Valverde ha restado importancia a la derrota y ha querido destacar la aportación de Rafinha y Malcom, los dos goleadores del Barça en el partido.

Su talento nunca fue puesto en duda en tienda azulgrana, club con el que debutó en 2011. Calidad tiene. Es hijo del ex futbolista Mazinho y hermano menor de Thiago Alcántara. Su poca continuidad pasó siempre por un tema de lesiones. Problemas que, en total, lo alejaron de las canchas por 585 días, es decir, 1 año y 7 meses. Un período de tiempo muy largo para un futbolista que tiene 25 años.

Hay pocas dudas sobre la valía futbolística de Rafinha, un jugador que cuando está en plenitud, física y mental, es versátil, polivalente y competitivo. En medio del debate y las dudas sobre el fichaje del centrocampista que llegue como recambio de Paulinho, Rafinha puede hacer pensar a los técnicos.

Existen pocos jugadores que conocen como él la filosofía de juego del Barça. Sus momentos brillantes como azulgrana han sido puntuales, pero siempre podrá decir que formó parte del once el día del histórico 6-1 al Paris Saint Germain, donde hizo exactamente lo que le pedía Luis Enrique sobre el césped. Rafinha es un jugador que asegura posesión (96,7 por ciento de acierto ante el Roma en sus 61 pases), cierta disciplina táctica, llegada y trabajo.