1. Ellos son prácticamente de la familia… y lo saben.

Conocen nuestras travesuras y deslices, así que es prácticamente un miembro más de la familia. Tanto, que hasta nuestra propia madre se preocupa más por ellos que por nosotros, exagerando.
2. Te enojas cuando el otro inicia una nueva amistad

Los celos no son exclusivos entre los amantes, también son muy comunes en la relación fraterna de dos amigos. Porque en el fondo no tenés dudas que tu amistad es la mejor de todas. Además, confiás en el criterio de tu mejor amigo y crees que el “nuevo” debe ser buena gente.
3. Contigo soy capaz de hacer cualquier cosa

Cuando están juntos no hay nada que los detenga, pueden hacer cualquier cosa en el lugar que sea. Nada los detiene, nada los avergüenza, se sienten cómodos haciendo creando historia juntos. Son esa clase de amistades duraderas.
4. Guarda si alguien habla mal de tu amigo/a

Es una de las situaciones más estresantes en lo que a relaciones humanas se refiere. Cuando alguien, un extraño o una extraña, se atreve a echar pestes contra tu amigo/a delante de tus narices, sin dudas que allí se desatará un infierno en defensa de tus afectos.